Dirección al fin del mundo

No esperes ni un minuto más. Es el momento de hacer lo que siempre quisiste hacer. Es el momento de luchar por lo que crees. El momento de vivir menos con la cabeza y más con el corazón.

Es el momento de hacer locuras. De correr a la estación y subirte al primer tren, con dirección al fin del mundo. Sin más pertenencias que una sonrisa en los labios y la corazonada de que todo irá bien. Sin más expectativas que sentirte bien contigo mismo, por hacer lo que crees que tienes que hacer.

Es el momento de vivir.

Que la velocidad no te dé vértigo, que el vértigo no te haga frenar. Que vivir sea morir de placer. Que cada momento sea el primero. Que no haya nunca una última vez.

Es el momento de intentarlo.