Volar se nos fue de las manos

Fuimos menos de lo que quisimos ser y más de lo que debimos haber sido. Fuimos tanto que volar se nos fue de las manos. Nunca una caída había sido tan dura.

Fuimos música cuando fuimos. Fuimos ruido cuando nos hundíamos matándonos a silencios. Nunca borrar el pasado había sido tan complicado. Nunca escribir un futuro fue tan incierto.

Fuimos más invierno que primavera, pero qué bonito haber sido. Fuimos como el frío que hiela por dentro y duele al respirar. Lo nuestro era bailar bajo la lluvia.

Fuimos tormenta. Fuimos marea rompiendo contra la arena, desvaneciéndonos al chocar. Fuimos terremotos descontrolados en nuestras cabezas. No podíamos dejar de pensar en olvidarnos, pero siempre encontrábamos la manera de fallar.

Fuimos los más felices cuando parábamos el tiempo. Cuando un solo segundo era más que una vida sin el otro. Cuando sumar uno más uno era infinito dividido entre dos.

Fuimos lo más grande cuando nos sentíamos pequeños. No teníamos nada, pero lo éramos todo.

Fuimos más de lo que nadie ha sido y más de lo que nadie será. Hasta que nos estrellamos, de tanto volar.

Nunca la justicia poética fue tan injusta.

Nos hemos roto en mil pedazos. Nos hemos herido más de lo que podíamos soportar. Nos hemos hecho más daño del que creíamos que llegaríamos a sentir jamás.

Pero fuimos.