Lo único que me preocupa es que llegue el día en el que todo deje de preocuparme. Que llegue el día en el que deje de querer lo que siempre quise y el mundo me cambie por alguien que no quiero ser.
Por eso me paso la vida preguntándome quién es ese alguien al que no quiero parecerme. Para evitar convertirme en él.
Pero no tengo la respuesta a esa pregunta. De hecho, tengo más preguntas que respuestas. Aunque, ¿quién tiene la respuesta a todas las preguntas que se hace? Nuestro mundo es demasiado oscuro para tan poca luz.
Si hay algo que aún puedo ver es que yo mismo soy el mayor de mis miedos y la única de mis salvaciones. Porque todo lo que busco lo guardo dentro.
Por eso sigo buscando, entre la poca luz que queda.
Por eso seguiré haciéndolo.
Porque si hay algo que quiero encontrar, en esta vida, es encontrarme a mí. Y no sé dónde, pero me encontraré.
No sé cómo pero, al final, aprenderé a aprenderme.