Te diré que no fuiste la primera en nada.
No fuiste la primera en llegar, ni la primera en marcharse. No fuiste la primera a la que quiero, ni la primera en quererme de verdad. Ni siquiera fuiste la primera que cree que es la primera sin serlo.
No fuiste la primera con la que duermo, ni la primera con la que no puedo dormir. No fuiste la primera con la que soñar es despierto y despertar no es lo mismo que dejar de soñar.
No fuiste la primera en sacar lo mejor de mí, ni la primera a la que enseño lo peor que tengo: mi miedo a perdernos.
No fuiste la primera con la que pierdo, ni la primera que se pierde al olvidarse de mí. No fuiste la primera en decirme lo siento, ni tampoco la primera por la que siento más de lo que debo sentir.
No fuiste la primera por la que muero, ni la primera por la que quiero morir: mi corazón aún se asusta cada vez que le hablo de ti.
Mi corazón no sabe olvidar.
Te diré que nunca fuiste la primera en nada, pero te prometo que siempre serás la última en todo. Porque yo solo quiero ser contigo.